El pasado jueves, Sevilla vivió la tradicional procesión del Corpus Christi, una de las festividades más emblemáticas del calendario hispalense, conocida como uno de los «tres jueves que brillan más que el sol». Siguiendo la costumbre, los niños carráncanos abrieron la procesión, seguidos por el guion de la Hermandad Sacramental del Sagrario y las corporaciones de gloria por orden de antigüedad. Este año, la procesión coincidió con la festividad del patrón de la ciudad, San Fernando, añadiendo un matiz especial a la celebración.
Las crónicas de Ortiz de Zúñiga acreditan la existencia de esta procesión desde 1389. 635 años después, la ciudad asistió a la procesión más numerosa de Sevilla, tras un año de suspensión a causa de la lluvia. Representaciones de todas las hermandades sevillanas precedieron en el cortejo a la custodia de Arfe, que porta a Jesús Sacramentado. El recorrido, impregnado de aromas de juncia y romero, comenzó a las 08:15 horas por la Puerta de San Miguel.
El mayor cortejo de la ciudad incluyó los pasos de Santa Ángela de la Cruz, las santas Justa y Rufina, San Isidoro, San Leandro, San Fernando, la Inmaculada Concepción, el Niño Jesús y la custodia pequeña de la Santa Espina, que precedieron a la Sagrada Custodia. Esta fue escoltada por el arzobispo, los obispos auxiliares y las autoridades municipales, provinciales y militares, en un cortejo singular con un protocolo cargado de historia.
Las hermandades de penitencia se sucedieron hasta el paso del patrón de la ciudad, seguido por la banda municipal, los miembros de las órdenes militares y el Ateneo, entre otras representaciones. Detrás de la Inmaculada marcharon las insignias basilicales de Sevilla y los miembros de la Asociación de Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando y de la Sacramental del Sagrario. Las delegaciones diocesanas, Cáritas Diocesana, el Seminario y las comunidades religiosas también estuvieron representadas.
Tras la custodia chica desfilaron los miembros del Tribunal Eclesiástico, el clero secular, la curia diocesana, los niños seises y la Real Maestranza de Caballería. Los canónigos precedieron al Santísimo, cuyo regreso a la catedral por la Puerta de Palos ocurrió poco antes de las diez. La Eucaristía, presidida por monseñor Saiz Meneses en el altar del Jubileo, se celebró previamente. La salida de la custodia tuvo lugar a las 10:40 horas y el final del desfile se produjo a las 12:30 horas, culminando una mañana de profunda devoción y tradición en Sevilla.
A continuación, les ofrecemos una galería de imágenes capturadas por el fotógrafo David Camacho, quien ha inmortalizado los momentos más destacados de esta procesión.