Sevilla, 20 de octubre de 2025
La Hermandad de Las Penas de San Vicente ha escrito una de las páginas más brillantes de su historia durante este fin de semana con motivo del 150 aniversario fundacional. La Virgen de los Dolores protagonizó una doble cita histórica: su traslado en la tarde-noche del sábado 18 de octubre al convento de Santa Ana, y su regreso en la mañana del domingo 19 a la parroquia de San Vicente Mártir. Dos jornadas intensas que unieron historia, fe y belleza, y que quedarán grabadas en la memoria de los hermanos y devotos de la corporación.
La ida: una noche de fe y emoción hacia el convento de Santa Ana
El sábado 18 de octubre, con la luz dorada del atardecer como testigo, la Virgen de los Dolores emprendió su camino hacia el convento de las Madres Carmelitas Calzadas de Santa Ana, en un traslado lleno de significado por el vínculo histórico que une a ambas comunidades. No en vano, la hermandad nació precisamente bajo el amparo carmelita en el antiguo convento del Carmen.
La imagen fue portada en andas cedidas por la Hermandad de los Panaderos, adornadas con una candelería diseñada y pintada por Manuel Jesús Blanco Mesa, donde figuraban motivos de las Letanías Lauretanas y los escudos carmelitanos. Para la ocasión, la Dolorosa lució el manto de Nuestra Señora del Mayor Dolor, cedido por la Hermandad de Las Aguas, y una cuidada disposición floral que realzaba la serenidad de su rostro.
El cortejo estuvo encabezado por la antigua cruz de guía de 1875, seguida de un numeroso grupo de hermanos portando cirios, representaciones de hermandades invitadas, ex hermanos mayores y la actual junta de gobierno, acompañados por el párroco de San Vicente.
El itinerario, lleno de sabor cofrade, llevó a la Virgen por Alfaqueque, Puerta Real, Goles y Baños, deteniéndose en lugares muy vinculados a la historia de la hermandad. Entre ellos destacó la capilla de la Puerta Real, donde fue recibida por las hermandades de Nuestra Señora de las Mercedes y del Rosario de los Humeros; también por el convento de Santa María la Real, sede de los dominicos, y finalmente por la iglesia de San Antonio de Padua, donde la aguardaba una representación de la Hermandad del Buen Fin.
El acompañamiento musical estuvo a cargo del grupo de cámara Rime Sparse, que aportó un tono de recogimiento y solemnidad a lo largo del recorrido, mientras que el paso fue guiado con maestría por Antonio Santiago y su equipo de auxiliares.
Pasadas las 21:30 horas, la Virgen llegó al convento de Santa Ana, donde fue recibida entre aplausos y oraciones por las hermanas carmelitas y los jóvenes de la hermandad. Una vez dentro del templo, se rezó la Corona Dolorosa, dando inicio a una noche de intensa devoción en un ambiente íntimo y sobrecogedor.
La vuelta: una mañana luminosa hacia San Vicente
Apenas unas horas después, el domingo 19 de octubre, la Hermandad de Las Penas volvió a vivir otro momento histórico con el regreso de la Virgen de los Dolores a su parroquia. La mañana comenzó con la solemne función celebrada en el altar mayor del convento, en la que participaron las hermanas carmelitas junto a numerosos hermanos que quisieron acompañar a la Virgen en su despedida.
Poco después del mediodía, la Dolorosa iniciaba su regreso, ya bajo un sol espléndido que acentuaba la belleza de su vestimenta y la pureza de su semblante. El cortejo recorrió el itinerario previsto: Santa Ana, Santa Clara, Hernán Cortés, Plaza de la Soledad, Parroquia de San Lorenzo, Cardenal Spínola, Baños, Miguel del Cid, Cardenal Cisneros y entrada en San Vicente.
En su camino, la Virgen realizó visitas muy simbólicas: en la Parroquia de San Lorenzo, fue recibida por las hermandades del Carmen, la Soledad y el Dulce Nombre, momentos cargados de emoción y fraternidad. También pasó ante la capilla del Dulce Nombre de Jesús, donde la Hermandad de la Vera Cruz la recibió con oraciones y gestos de cariño, recordando la estrecha relación que ambas corporaciones mantienen como vecinas del Lunes Santo.
La Dolorosa avanzó lentamente por la calle Baños, deteniéndose ante el retablo cerámico del Cristo de la Vera Cruz, y por la calle Juan Carrero Rodríguez, en homenaje al recordado cofrade y estudioso que tanto contribuyó a definir el carácter de Las Penas.
El tramo final por Miguel del Cid y la plaza Teresa Enríquez fue un auténtico clamor. Las colgaduras con letanías marianas decoraban los balcones y la casa hermandad mostraba una gran lona conmemorativa del aniversario. A las 14:15 horas, el paso de la Virgen se detenía en el presbiterio del altar mayor de San Vicente Mártir, poniendo fin a dos jornadas que quedarán escritas con letras de oro en la historia de la cofradía.
Un aniversario que engrandece a Las Penas
La hermandad ha demostrado una vez más su capacidad para conjugar tradición, elegancia y espiritualidad. La planificación meticulosa, la participación masiva de los hermanos y la impecable organización reflejan el espíritu de entrega y unidad que caracteriza a Las Penas desde su fundación.
El traslado de la Virgen de los Dolores no ha sido solo un acto conmemorativo, sino una manifestación viva de fe y amor hacia sus titulares, recordando la profunda vinculación carmelita de la corporación y reafirmando su presencia como referente del Lunes Santo sevillano.
📸 Galería de imágenes
Te invitamos a disfrutar de una selección de fotografías exclusivas realizadas por el equipo de Objetivo Cofrade, que recogen los momentos más destacados de la ida y vuelta de María Santísima de los Dolores de la Hermandad de Las Penas de San Vicente, durante este inolvidable fin de semana de octubre.
David Camacho
