Sevilla, 12 de octubre de 2025
La mañana del domingo 12 de octubre, coincidiendo con la festividad del Pilar, Sevilla volvió a vivir una de esas páginas imborrables de su historia cofrade. La Esperanza de Triana recorrió el camino que separa la parroquia de San Pío X, en Las Letanías, hasta la parroquia de Jesús Obrero, en el corazón de las Tres Mil Viviendas, dentro de su “Misión de la Esperanza”, que durante estos días está llenando de vida, oración y cercanía cristiana las calles del Polígono Sur.
Desde primeras horas, las inmediaciones del templo de San Pío X se llenaron de devotos y curiosos que aguardaban el momento de la salida. A las 9:30, tras una misa de envío, se abrieron las puertas y el silencio se transformó en un clamor de oraciones, aplausos y lágrimas. La Virgen apareció sin corona, a ras de suelo, mientras se entonaba la Salve de la Esperanza. En ese instante, la emoción desbordó a quienes llevaban horas esperando verla iniciar su camino.
Las calles, engalanadas con flores, banderolas y pancartas con mensajes de amor y fe, se convirtieron en un río humano que acompañó a la Virgen durante todo su recorrido por calles como Madre del Creador, Reina de los Ángeles, El Principito, La Colmena o Padre José Sebastián Bandarán, último tramo antes de su llegada a Jesús Obrero. En muchos balcones ondeaban los colores verde y blanco, y en cada esquina resonaban los vivas a la “Reina de la Madrugá”.
Durante el recorrido, la Banda de Música de Las Cigarreras interpretó marchas como Pasan los Campanilleros o Esperanza de Triana Coronada, que hicieron aún más intenso el sentimiento de quienes rezaban o lloraban al verla pasar. En la Avenida de las Letanías, un grupo de bomberos ofreció una emotiva petalada desde lo alto de un camión, en un gesto que recordó al tradicional saludo del Miércoles Santo.
La procesión fue también un reflejo de encuentro y hermandad. Vecinos que un día dejaron Triana regresaron al barrio para reencontrarse con su Virgen; otros, nacidos ya en el Polígono Sur, se emocionaban al verla tan cerca, sintiendo que la Esperanza también les pertenece. “Esto nos ha unido como barrio”, decía emocionada una vecina que había participado en la decoración de las calles. “Ella nos ha traído alegría y ganas de seguir adelante”.
El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, presidió la eucaristía de bienvenida en la parroquia de Jesús Obrero, templo que permanecerá durante una semana como hogar de la Esperanza. En su homilía, destacó el valor espiritual de esta misión, calificándola como “una siembra de amor y fe cuyos frutos serán incalculables”.
La entrada de la Virgen, pasadas las doce y media del mediodía, fue acompañada por un estruendo de aplausos y vítores que resonaron entre los bloques del barrio. En su rostro, la misma serenidad de siempre; en los rostros de quienes la esperaban, lágrimas y sonrisas que lo decían todo.
Con este traslado, la Esperanza de Triana ha vuelto a demostrar que su presencia trasciende fronteras y que su devoción es capaz de hermanar a toda Sevilla. Desde hoy, el corazón de las Tres Mil Viviendas late un poco más fuerte, porque allí, entre sus calles, habita la Esperanza.
📸 Galería de imágenes del traslado por el equipo de ObjetivoCofrade.com
Elías beltrán
David Camacho
