El pasado domingo, 17 de noviembre, la Hermandad de los Estudiantes culminó los actos de su centenario con una procesión extraordinaria que quedó grabada en la memoria cofrade. Desde su salida a las 17:00 horas de la iglesia de la Anunciación hasta su entrada en el Rectorado, cerca de las 23:00 horas, los titulares recorrieron las calles de Sevilla en un itinerario que combinó solemnidad y emotividad, marcando un homenaje a sus orígenes y su vinculación con la Universidad de Sevilla.
Una salida cargada de simbolismo.
El cortejo, presidido por el Cristo de la Buena Muerte, obra de Juan de Mesa, y la Virgen de la Angustia, volvió a evocar los años fundacionales de la hermandad en su sede primigenia. La salida desde la iglesia de la Anunciación, templo fundacional, marcó un momento emotivo que recordó su traslado al Rectorado en 1966, consolidando su vínculo con la institución universitaria.
El Crucificado lució un monte de claveles rojos en su paso, acompañado por la Banda de Música del Maestro Tejera, que interpretó composiciones solemnes como Cristo de la Buena Muerte , obra de José Albero Francés, y Virgen del Valle , en homenaje a la Hermandad del Valle, con quien compartió templo en este histórico día.
Guiños a la historia y música para el recuerdo.
A lo largo del recorrido, se sucedieron gestos hacia hermandades hermanadas. La Banda de Música de Alcalá de Guadaíra rindió homenaje a la Hermandad de la Macarena interpretando Pasa la Virgen Macarena y Esperanza Macarena . Estas piezas añadieron un matiz especial al discurrir de la Virgen de la Angustia, quien deslumbró bajo su paso de palio diseñado por Joaquín Castilla, exornado con una delicada selección floral.
La procesión fue multitudinaria, destacándose en enclaves emblemáticos como la Plaza Nueva, la Plaza Virgen de los Reyes y la Plaza de la contratación, donde se vivieron momentos de gran reconocimiento y belleza.
Un cierre inolvidable
A las 22:52 horas, la Virgen de la Angustia cruzó el umbral del Rectorado, concluyendo una jornada histórica. Este acto marcó no solo el cierre de una celebración centenaria, sino también el inicio de un nuevo capítulo en la vida de esta hermandad universitaria, que continúa su importante labor pastoral y cultural en el seno de la Universidad de Sevilla.
A continuación, ofrecemos un vídeo de Alejandro Ladesa y galerías de imágenes de nuestros fotógrafos Rafa Soldado, Ruiz Calafat y Rubén García para revivir este acontecimiento inolvidable.
