El pasado 23 de septiembre de 2024, en un pleno extraordinario celebrado en la sede del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, se debatió una cuestión que ha generado polémica en los últimos años: la propuesta de igualar las subvenciones que reciben las hermandades del Viernes de Dolores y Sábado de Pasión con las de la Semana Santa oficial, que procesionan hacia la Catedral. La votación terminó con un contundente rechazo por parte de las hermandades, con 50 votos en contra, 14 a favor, 5 en blanco y una abstención.
El Conflicto por las Subvenciones
El principal foco del desacuerdo radica en el reparto de los ingresos generados por las sillas y palcos de la Carrera Oficial, una fuente de financiación esencial para las hermandades de Sevilla. Las hermandades que no pasan por la Catedral, es decir, las de vísperas, han solicitado en diversas ocasiones una mayor equidad en este reparto. Estas hermandades reclaman que, aunque no procesionen por el recorrido oficial, también forman parte del patrimonio cultural y devocional de la ciudad y, por tanto, merecen una mayor consideración en la distribución de los ingresos.
La propuesta presentada por las hermandades de vísperas implicaba una redistribución gradual de las subvenciones entre 2025 y 2030. En concreto, las hermandades de la Carrera Oficial habrían visto una reducción de unos 2.000 euros en sus ingresos anuales a partir de 2030. Esta medida buscaba reducir la brecha económica que existe actualmente, donde una hermandad con un paso que procesiona a la Catedral recibe aproximadamente 16.200 euros más que una de vísperas en la misma situación.
Argumentos de las Hermandades de Vísperas
Las hermandades del Viernes de Dolores y Sábado de Pasión llevan años defendiendo su derecho a una mayor proporción de los ingresos del Consejo. Argumentan que, aunque no participen en la Carrera Oficial, cumplen con el mismo objetivo religioso y cultural que las cofradías que sí lo hacen. Además, subrayan la creciente importancia de las hermandades de vísperas en el tejido cofrade sevillano. No solo han aumentado en número, sino que también se han consolidado como referentes en sus barrios, atrayendo a miles de fieles y aportando a la vida devocional de la ciudad.
En su comunicado del 24 de septiembre de 2024, las hermandades de vísperas manifestaron su descontento ante la negativa de la mayoría del pleno. Aseguraron haber mostrado una actitud proactiva y de consenso durante las reuniones previas, buscando una solución equitativa que no perjudicara gravemente a las hermandades de la Carrera Oficial. Sin embargo, se encontraron con lo que describen como una «actitud inmovilista» que no ha ofrecido alternativas a su propuesta.
Opinión: La justicia que merecen las Hermandades de vísperas
Es indiscutible que las Hermandades del Viernes de Dolores y Sábado de Pasión juegan un papel esencial dentro de la Semana Santa sevillana, contribuyendo a su riqueza patrimonial, devocional y cultural. A pesar de no hacer estación de penitencia a la Catedral, su labor cofrade y su arraigo en la ciudad son innegables. ¿No es justo, entonces, que estas corporaciones reciban una subvención económica más equitativa?
El argumento de que solo las Hermandades que generan ingresos deben beneficiarse del reparto ignora el hecho de que todas las Hermandades, independientemente de su día de salida, son parte esencial de la religiosidad popular de Sevilla. El espíritu de fraternidad y solidaridad debería primar por encima de cualquier cálculo económico. En un momento donde la sociedad demanda cada vez más igualdad y justicia, ¿cómo es posible que las Hermandades no puedan dar ejemplo en este sentido?
Las Hermandades de vísperas no piden un trato privilegiado, sino equidad. Su demanda de un reparto más justo, que les permita continuar con su labor cofrade sin verse desfavorecidas, es legítima y acorde a los valores que el Consejo de Hermandades debería promover. Es momento de reflexionar sobre cómo se construye la Semana Santa, no solo con aquellos que pasan por la Catedral, sino con todos los que, desde diferentes barrios, hacen de Sevilla un referente mundial de la religiosidad popular.
Este conflicto no es solo económico, sino también de reconocimiento. Las Hermandades de vísperas merecen ser tratadas con la misma dignidad y respeto que aquellas que realizan su estación de penitencia a la Catedral. El tiempo dirá si Sevilla, como conjunto, logra alcanzar una solución que refleje la verdadera hermandad que todos predican.
El Futuro del Debate
El rechazo a esta propuesta no es el final del debate. Las hermandades de vísperas seguirán defendiendo su causa, y es probable que este tema continúe siendo motivo de discusión en los próximos años. Con la expansión del número de hermandades de vísperas, la presión por una distribución más justa de los recursos seguirá aumentando. La clave estará en encontrar un equilibrio que no perjudique a ninguna de las partes y que fomente la unidad y solidaridad que deberían caracterizar a las hermandades sevillanas.
En conclusión, aunque la propuesta de las hermandades de vísperas ha sido rechazada por una amplia mayoría, su lucha por la equidad en el reparto de los ingresos del Consejo no ha terminado. La justicia y el sentido de hermandad deberían prevalecer en este tipo de decisiones, y es de esperar que en futuras ocasiones se llegue a un acuerdo más equitativo para todas las corporaciones penitenciales de Sevilla.
Sevilla, 25 de septiembre de 2024