La Hermandad del Baratillo ha protagonizado un acontecimiento que ya se inscribe en la historia cofrade de Sevilla. Los días 8 y 9 de septiembre de 2024, la Virgen de la Piedad fue expuesta en besamanos extraordinario en la parroquia del Sagrario, un evento que se enmarca en los actos previos a su coronación canónica, un hito esperado por los hermanos de esta corporación del Arenal.
Este culto se ha celebrado en un lugar emblemático, el presbiterio de la parroquia del Sagrario, que recientemente reabrió sus puertas tras una profunda restauración. No es la primera vez que una imagen titular de una hermandad sevillana se presenta en este templo, pero la Virgen de la Piedad ha sido la primera en hacerlo tras la recuperación del retablo mayor, una obra de Pedro Roldán con policromía de Lucas Valdés, que fue restaurado hace apenas unos días. Este retablo, que originalmente perteneció a la capilla de los Vizcaínos del antiguo convento Casa Grande de San Francisco, ofrece un marco incomparable para este acto devocional, en el que los fieles pudieron acercarse a la imagen de la Piedad en un ambiente de recogimiento y solemnidad.
Uno de los momentos más emotivos del besamanos extraordinario fue la imposición de una réplica de la medalla de la ciudad a la Virgen de la Piedad, un gesto llevado a cabo por el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, en reconocimiento a la coronación de la imagen. Este gesto simboliza no solo el vínculo de la ciudad con la hermandad, sino también la importancia de este evento para el patrimonio religioso y cultural de Sevilla.
El besamanos estuvo abierto de forma ininterrumpida, desde las 10:00 hasta las 20:00 horas, ambos días, permitiendo que los fieles y devotos de la Virgen de la Piedad pudieran rendir homenaje a la imagen. Solo se interrumpió brevemente para la celebración de la eucaristía a las 12:30 y 20:00 horas, respetando el ambiente litúrgico del templo.
Además del besamanos, la banda del Carmen de Salteras ofreció un concierto en la noche del lunes 9 de septiembre, a las 21:00 horas. Durante el concierto, se estrenaron dos marchas dedicadas a la Virgen de la Piedad: «A mi Piedad en la tarde», de Pablo Ojeda, y «Nanas del Baratillo», de David Hurtado. También se recuperaron dos piezas emblemáticas del repertorio cofrade: «Virgen de la Piedad», de Juan Vicente Más Quiles, y «Piedad del Baratillo», de Pedro Vicedo.
Este besamanos ha sido un preludio perfecto para la esperada coronación de la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Misericordia, cuya relevancia se extiende más allá de lo puramente religioso, consolidándose como un acontecimiento de gran relevancia en la historia reciente de la Hermandad del Baratillo.
Galería de imágenes
Se incluye una galería de imágenes capturadas por los fotógrafos Gonzalo Lara, David Camacho y Rubén García, quienes han sabido plasmar la belleza de este evento único.