Sevilla volvió a rendirse ante su Patrona, la Virgen de los Reyes, el 15 de agosto

Sevilla, 18 de agosto de 2025 – Como cada jornada de la Asunción, la ciudad volvió a encontrarse con su Patrona, la Virgen de los Reyes, en una de las citas más esperadas y multitudinarias del calendario devocional hispalense. Desde primera hora de la madrugada, miles de fieles y peregrinos acudieron a la Catedral para renovar el tradicional voto de acción de gracias que Sevilla profesa desde tiempos del rey San Fernando.

La Catedral abría sus puertas a las cinco de la mañana para acoger las tres eucaristías preparatorias antes de la procesión. Tras el rezo de Laudes, presidido por el arzobispo José Ángel Saiz Meneses y acompañado por los obispos auxiliares, el cortejo comenzó a organizarse en el interior del templo. A las 8:00 en punto, bajo el repique solemne de las campanas de la Giralda, la Virgen de los Reyes cruzaba la Puerta de los Palos entre un silencio reverente y la emoción contenida de los presentes, que según la tradición pidieron sus tres deseos al verla bajo el dintel.

El recorrido, como es costumbre, discurrió por las gradas bajas de la Catedral: Plaza Virgen de los Reyes, Cardenal Carlos Amigo, Alemanes, Avenida de la Constitución, Fray Ceferino González, Plaza del Triunfo y regreso al templo metropolitano. Todo medido con precisión, en poco más de hora y media de tránsito en la que la Patrona estuvo acompañada por autoridades eclesiásticas, representantes civiles y militares, así como por la Banda Sinfónica Municipal, encargada de poner música al cortejo.

La Virgen lució en esta ocasión el espléndido terno verde regalado en 1853 por la reina Isabel II, recientemente restaurado por el taller de Sucesores de Esperanza Elena Caro. Tanto la saya como el traje del Niño se presentaban en seda blanca ricamente bordada en oro, con detalles de estilo renacentista. La imagen completaba su ajuar con el histórico “pecherín de brillantes”, la corona de la coronación canónica de 1904, diversas joyas donadas a lo largo de los siglos, así como la toca de encaje de Flandes del siglo XVIII.

Una vez más, la mañana del 15 de agosto mostró la unión de Sevilla con su Patrona. Familias enteras, peregrinos llegados desde la provincia y devotos que interrumpen sus vacaciones para no faltar a la cita se dieron cita en torno al paso de tumbilla. Con las primeras luces del día iluminando el rostro de la Virgen, la ciudad volvió a proclamar su fe y devoción, renovando la promesa de gratitud que se mantiene viva desde hace casi ocho siglos.


📸 Galería de imágenes de David Camacho

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