Sevilla, 17 de septiembre de 2025
El pasado sábado, la collación de San Esteban volvió a vivir una de sus citas más esperadas con la salida procesional de Nuestra Señora de la Luz, titular de la antigua hermandad radicada en la parroquia.
Tras la misa preparatoria, a las 21:00 horas se abrieron las puertas del templo para dar inicio a la procesión. El cortejo estuvo formado por la Cruz Parroquial con dos faroles, seguida de tramos de hermanos con cirio y el Simpecado de la Virgen, igualmente escoltado. No faltaron las representaciones de hermandades de gloria de la feligresía y collaciones cercanas, como San Esteban, Nuestra Señora de los Reyes (Patrona de los Sastres) y Nuestra Señora de la Alegría (San Bartolomé).
El paso de la Virgen puso el broche de oro a la procesión, avanzando sobre su tradicional peana adornada con flores blancas que resaltaban la delicadeza de la imagen rococó. La cuadrilla de costaleros, dirigida por el capataz Ignacio Luis Carmona Fernández, mantuvo un andar elegante por las calles del casco histórico, acompañada por los sones de la Banda de Música Nuestra Señora de la Victoria (Las Cigarreras), que interpretó un repertorio de marchas clásicas y contemporáneas.
El recorrido, que siguió el itinerario tradicional —San Esteban, Plaza de Pilatos, Águilas, Cabeza del Rey Don Pedro, Boteros, Plaza de San Ildefonso, Zamudio, Plaza de San Leandro, Imperial, Calería, Juan de la Encina, Muro de los Navarros, Puerta de Carmona y regreso al templo— se completó en torno a las 00:30 horas, cuando la Virgen de la Luz volvió a entrar en su sede parroquial entre el calor de los fieles.
La procesión congregó a numerosos devotos que, un año más, manifestaron su fe en torno a una advocación mariana con siglos de arraigo en el barrio de San Esteban, cuya devoción sigue iluminando las noches de septiembre en Sevilla.
📷 Galería de imágenes de Rafa Soldado











