📅 19 de septiembre de 2025 – Sevilla
La noche del viernes Sevilla vivió una de esas jornadas que quedarán escritas en la memoria cofrade. La Hermandad de las Aguas regresó a la parroquia de San Jacinto, su cuna fundacional, para cerrar los actos de su 275 aniversario con una procesión extraordinaria de vuelta a la Capilla del Rosario del Dos de Mayo.
Un reencuentro con los orígenes
El ambiente en Triana comenzó a sentirse desde primera hora de la tarde. Calles engalanadas, colgaduras en los balcones y una multitud expectante frente al templo dominico anunciaban que no era un día cualquiera. Tras la misa de acción de gracias presidida por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, y un pequeño retraso por motivos de seguridad, la cruz de guía se puso en la calle a las 21:08 horas.
Más de doscientos hermanos, junto con representaciones del Lunes Santo y del barrio de Triana, conformaron un cortejo solemne y multitudinario que evocaba aquellas estampas de principios del siglo XX.
La salida del misterio
Media hora después, el paso del Santísimo Cristo de las Aguas iniciaba su marcha. La estrechez de la puerta obligó a que la cruz del Señor saliera algo inclinada, ofreciendo una imagen sobrecogedora. Tras Él, todas las figuras del misterio que acompañan cada Lunes Santo, aunque con notables diferencias en la estética: flores y cera blanca en lugar del morado habitual de la hermandad.
Música y estrenos
La procesión contó con dos formaciones musicales: la Agrupación Musical Juvenil Virgen de los Reyes en la cabecera y la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario Coronada de Cádiz tras el paso de misterio. Esta última estrenó la marcha “Aguas”, compuesta por Manuel Jesús Guerrero y dedicada expresamente al aniversario.
El patrimonio también se enriqueció con estrenos destacados: el banderín de San Jacinto diseñado por Joaquín Salcedo, la recuperación de la saya “de las cadenas” para la Virgen del Mayor Dolor y un juego de casquillos de plata para la cruz del Señor, donados por los costaleros.
Un recorrido cargado de simbolismo
El itinerario unió los dos barrios que han marcado la vida de la hermandad: Triana y el Arenal. Tras despedirse de San Jacinto, la cofradía recorrió calles como Pagés del Corro y Rodrigo de Triana hasta llegar a la parroquia de Santa Ana, donde se vivieron momentos de gran emoción. Poco después visitó la Capilla de los Marineros, para continuar hacia el Altozano y cruzar el Puente de Isabel II, en una de las imágenes más esperadas de la noche.
Ya en Sevilla, el cortejo saludó a la Hermandad del Baratillo y a la Carretería, antes de adentrarse en el corazón del Arenal para culminar su regreso a la calle Dos de Mayo.
Una entrada de madrugada
Con el público acompañando hasta el último instante, la cruz de guía alcanzó el Arenal en torno a la 01:30 h. La entrada en la Capilla del Rosario se produjo a las 03:52 h de la madrugada del sábado, cerrando así un recorrido de más de seis horas que unió devoción, historia y memoria compartida.
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