Triunfal regreso de la Virgen de los Desamparados del Parque Alcosa tras presidir el Pregón de las Glorias
La Virgen de los Desamparados del Parque Alcosa protagonizó en la tarde de ayer sábado, 3 de mayo, una jornada para el recuerdo con motivo de su regreso desde el centro histórico de Sevilla hasta la iglesia de San Antonio de Padua, sede provisional de la corporación letífica. El cortejo se formó desde el templo del Salvador, donde la imagen presidió el pasado viernes el Pregón de las Glorias de Sevilla 2025.
La tarde comenzaba con incertidumbre. Las lluvias, presentes desde primeras horas del día, no impedían que el cortejo se organizara con puntualidad a las 17:00 horas. A esa hora, aún caía una fina llovizna sobre la ciudad, pero los pronósticos apuntaban a una mejoría inminente, lo cual fue confirmado minutos más tarde. En el interior del Salvador, el hermano mayor anunciaba que la salida se mantendría con confianza, y así fue.
Una treintena de hermandades letíficas acompañaron a la Virgen de los Desamparados, junto a la Hermandad del Buen Fin, anfitriona en su sede franciscana. El cortejo lo completaban numerosos fieles, mujeres ataviadas con mantilla blanca y representaciones institucionales. Desde los primeros compases por la calle Francos, se hizo visible la emoción contenida de un barrio, el de Alcosa, que veía a su titular caminar por el corazón de Sevilla.
Antes de encaminarse hacia el Ayuntamiento, la hermandad quiso realizar una visita muy especial a la Catedral hispalense. La imagen accedió por la Puerta de Palos y se dirigió a la Capilla Real, donde se desarrolló una ofrenda floral ante la Virgen de los Reyes, Patrona de la Archidiócesis. En este solemne enclave, también se produjo el gesto simbólico de la entrega de la medalla de la Asociación de la Virgen de los Reyes a la corporación de los Desamparados.
Tras salir por la Puerta de San Miguel, la Virgen fue recibida en la Plaza Nueva por representantes municipales, encabezados por el alcalde José Luis Sanz Ruiz. Con este saludo institucional se dio paso a una segunda parte del itinerario más íntima, marcada por la visita a templos y enclaves de especial relevancia espiritual y simbólica para la hermandad.
En su recorrido, la comitiva saludó a la comunidad franciscana del Convento de San Buenaventura, a la Hermandad del Museo, a la Parroquia de San Vicente —donde reside otra imagen bajo la misma advocación—, y a la Hermandad de la Vera Cruz, que comparte el carisma franciscano. No faltaron tampoco paradas de recogimiento ante las Reverendas Madres Capuchinas de Santa Rosalía, la Basílica del Gran Poder y la Parroquia de San Lorenzo.
Nuestra Señora de los Desamparados lucía saya y manto en tonos burdeos, con exorno floral en gamas rosadas, repitiendo así el conjunto que ya portó en su traslado de ida. La Banda Municipal de Música de La Puebla del Río acompañó magistralmente la procesión, desplegando un repertorio clásico y elegante, en perfecta sintonía con la solemnidad de la jornada.
Pasadas las once y media de la noche, la Virgen cruzaba el umbral de la iglesia de San Antonio de Padua, cerrando así un peregrinaje histórico. En el interior la esperaban la Divina Pastora y los titulares del Buen Fin, sellando una comunión fraterna que ha marcado este tránsito tan especial para la Hermandad de los Desamparados.
Concluye así una vivencia imborrable para el barrio de Alcosa, que ha vivido días de intensa fe y devoción en pleno centro de Sevilla. Una salida marcada por la belleza, la oración y la historia.
📸 Galería de imágenes:
Rafa Soldado, David Camacho, Elías Beltrán y Ruiz Calafat.
